Buscar

El mundo es cada vez más verde desde hace 33 años

La Tierra se ha enverdecido desde 1982 en unos 36 millones de km2, una superficie parecida a dos veces los EE.UU. Todo parece indicar que ha sido así sobre todo como resultado del efecto fertilizante que ejerce el dióxido de carbono (CO2) atmosférico sobre las plantas. El estudio se ha realizado a partir de imágenes de satélites que han permitido captar este aumento de la superficie foliar terrestre. 

Canvi de la superfície foliar en percentatge, des de 1982 a 2015. Com més verd, més ha augmentat el nombre de fulles; com més lila, més ha disminuït el nombre de fulles. Autor: Ranga B. Myneni, Universitat de Boston
Cambio de la superficie foliar en porcentaje, desde 1982 a 2015. Cuanto más verde, más ha aumentado el número de hojas; cuanto más lila, más ha disminuido el número de hojas. Autor: Ranga B. Myneni, Universidad de Boston

La Tierra tiene ahora más verde que hace tres décadas. Esta es la principal conclusión de un estudio internacional en el que ha participado el investigador del CSIC en el CREAF Josep Peñuelas, y que se publica el 25 de abril en la revista Nature Climate Change. La investigación ha detectado un ascenso significativo de la cantidad de biomasa verde —las hojas—, en el 40% de las regiones del planeta desde 1982 a 2015, mientras que sólo en un 4% se ha apreciado una pérdida significativa de vegetación.

«Con este estudio, hemos podido atribuir el reverdecimiento del planeta al aumento de los niveles de CO2 atmosféricos provocado por el consumo de combustibles fósiles», asegura Peñuelas. Al haber más dióxido de carbono, las plantas han podido generar más hojas capturándolo de la atmósfera, durante la fotosíntesis. Gracias a ello, el incremento de la concentración de este gas de efecto invernadero se ha visto frenado.

Esta gran adición de verde «puede tener la capacidad de cambiar los ciclos del agua y del carbono a nivel global», añade Josep Peñuelas. Otros estudios ya habían detectado antes que las plantas eran capaces de almacenar cada vez más carbono desde 1980, lo que concuerda totalmente con la idea de reverdecimiento (‘greening’, en inglés) planetario que defiende este estudio.

Detall d’Europa del canvi de la superfície foliar en percentatge, des de 1982 a 2015. Autor: Ranga B. Myneni, Universitat de Boston
Detalle de Europa del cambio de la superficie foliar en porcentaje, des de 1982 a 2015. Autor: Ranga B. Myneni, Universitdad de Boston

Las emisiones de CO2 siguen siendo un problema

Sin embargo, esto no significa que el aumento de CO2 atmosférico sea positivo para el clima. A pesar de esta mayor cantidad de hojas, «el cambio climático, el aumento de la temperatura global, el incremento del nivel del mar, el deshielo o las tormentas tropicales cada vez más potentes son un hecho», asevera Peñuelas. Además, añade que «el efecto fertilizante del dióxido de carbono cada vez es menor a medida que las plantas van aclimatándose a este aumento o echan de menos otros recursos necesarios para su crecimiento como el agua o los nutrientes, sobre todo el fósforo».

Esta fertilización por parte del CO2 es el principal motivo (en un 70%) por el que la Tierra se está enverdeciendo. Pero el estudio, además, identifica el cambio climático (en un 8%), el nitrógeno atmosférico (en un 9%) y los cambios de usos del suelo (en un 4%) como otras razones de peso que habrá seguir para ver cómo evoluciona la vegetación a nivel planetario.

 

ARTÍCULO

Zhu, Z., Peñuelas, J., et al. Greening of the Earth and its divers. (2016) Nature Climate Change. DOI: 10.1038/NCLIMATE3004

Artículos relacionados

Se prevé que el 70% de los arrozales de los países de renta baja sufrirá mayor reducción de rendimiento, frente al 52% de los de países de renta media y alta. Imagen: arrozal en Tailandia, por Eduardo Prim, Unsplash.
Noticias
Adriana Clivillé

Una alta concentración de CO2 en la atmósfera empobrece las tierras de cultivo de arroz

La elevada concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera reduce más de un 20% la disponibilidad de fósforo en los arrozales de todo el mundo, un mineral fertilizante indispensable. La situación coloca a los países con poco poder adquisitivo en condiciones adversas por el coste del abono de fósforo, y amplía aún más la desigualdad económica debido a las emisiones de CO2 y los impactos en los procesos geoquímicos.

La mina de Bayan Obo en la Mongolia Interior (China) contiene una gran cantidad de minerales de tierras raras. Font: REUTERS (2011).
Noticias
Anna Ramon

La humanidad exprime la tabla periódica de espaldas a sus riesgos

La naturaleza hace millones de años que se las apaña con unos pocos elementos de la tabla periódica. En cambio, para construir el mundo de los humanos necesitamos muchísimos más. Un nuevo artículo analiza las razones y consecuencias de esta divergencia.

Hemos cambiado la versión de Wordpress. Si prefieres leer esta noticia en inglés o catalán del 2020 al 2012, ve a la portada del blog, cambia el idioma con el selector del menú superior y busca la noticia en la barra de la lupa.

Date de alta en el Newsletter para recibir todas las novedades del CREAF en tu mail