15 etapas en 15 días. A este reto se enfrentarán 15 valientes a pie para completar una travesía científica y cultural por el Pirineo catalán organizada por la Societat Nova Geogràfica con la colaboración del CREAF .
En una ruta de 200 km que los conducirá desde la Val d’Aran hasta Cap de Creus, 15 viajeros y viajeras descubrirán los efectos del cambio climático en la montaña de la mano de Bernat Claramunt, ecólogo experto en biodiversidad de sistemas alpinos.
El objetivo de esta expedición, organizada por la Societat Nova Geogràfica, es aventurarse a apreciar sitios conocidos con una nueva mirada, a redescubrir lo que tenemos cerca de casa. ¿Qué está pasando con la flora y la fauna de montaña? ¿La cultura pirenaica está amenazada?
“El Pirineo se está transformando rápidamente. Estamos observando cambios en el comportamiento de los animales y las plantas y afectaciones en las actividades económicas. Pero también vemos que las aldeas abandonadas se están comenzando a repoblar”.
JORDI LLOMPART, presidente de la Societat Nova Geogràfica
Este viaje aportará una perspectiva científica sobre la realidad medioambiental y cultural de los Pirineos, sobre cómo el cambio climático está perjudicando su naturaleza y su población humana.
“Me gustaría que las personas participantes viesen las zonas de montaña no como piedras amontonadas sino como un sistema complejo y en peligro que debemos conservar. A nivel personal, será un reto físico y una magnífica oportunidad para reencontrarme”.
BERNAT CLARAMUNT, guía científico de la expedición
Bajo un clima semi otoñal, los y las montañistas atravesarán parajes exuberantes de hayas, encinas, robles y alcornoques; espectáculos aéreos del quebrantahuesos; deslizamientos acuáticos del tritón pirenaico… todo ello salpicado de una deliciosa e histórica cultura agrícola y ganadera.
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Casualmente, esta travesía se inaugurará el 4 de septiembre, que este año coincide con el Día Mundial del Buitre, jornada de especial relevancia para una de las especies más vulnerables de los Pirineos: el buitre negro (Aegypius monachus).
Físicamente, el viaje será muy exigente, pero no se tratará de una competición deportiva. Los únicos requerimientos serán disfrutar, observar y conservar estos gigantes refugios de vida.
