¿Cómo afrontar la amenaza de la avispa asiática?

La llegada a Cataluña de la avispa invasora asiática (Vespa velutina) abre el debate sobre qué hacer para controlar los efectos perjudiciales que provoca, principalmente aquellos relacionados con la abejas de la miel. Recientemente llegada a Cataluña, representa una amenaza para la población de abejas de la miel. El CREAF, coordina el proyecto EXOCAT financiado por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de la Generalitat de Catalunya, y centrado en las invasiones biológicas en Cataluña. A partir de la información de este proyecto hace un repaso de la biología de este insecto y de las diferentes medidas de gestión.

Desde su introducción en el continente europeo durante los años 2003-2004, la expansión de la avispa asiática ha ido en aumento. La introducción y establecimiento de Vespa velutina en Francia representa la primera invasión con éxito de véspidos en Europa. En pocos meses se diseminó por buena parte del territorio francés, debido a la compatibilidad con las condiciones climáticas y la vegetación. Debido a la similitud de estas condiciones con las de la franja cantábrica, era cuestión de tiempo que la avispa llegara a establecerse en España. La falta de políticas de prevención ha sido, sin duda, una de las causas de esta expansión por nuestro territorio.

Los himenópteros sociales tienen una serie de características que los predisponen a la dispersión a través de los humanos. Las reinas fundadoras de las colonias buscan escondrijos para poder pasar el periodo invernal. Estos sitios pueden ser viene o objetos que entran en las rutas globales de transporte de mercancías, facilitando que estas avispas se dispersen.

Las avispas asiáticas tienen una capacidad de dispersión muy buena, tasas reproductivas altas, defensas contra los predadores y una dieta variada. Todo eso les dota de una capacidad invasora muy elevada, causando grandes impactos en aquellos ecosistemas en los cuales se establece.

Una especie depredadora de abejas

La especies de abejas autóctonas son las más amenazadas por esta avispa, y entre ellas se encuentra la abeja de la miel (Apis mellifera). En Asia, las especies nativas han desarrollado estrategias de defensa para evitar sufrir las consecuencias de los ataques de Vespa velutina sobre sus colonias. Por ejemplo, la abeja asiática (Apis cerana) envía sus obreras a rodear a la avispa, incrementando la temperatura a través de la vibración de las alas, hasta que esta muere de calor. Aunque la abeja de la miel también utiliza este mismo mecanismo defensivo, su contacto con el predador es más reciente, y no tienen tanto éxito defendiéndose.

El sector de la apicultura es uno de los principales perjudicados debido a que la abeja de la miel es una especie de importancia, no sólo ecológica sino también económica. Los apicultores franceses ya han tenido que enfrentarse a grandes pérdidas económicas, que se suman a otros problemas del sector como el uso de plaguicidas neurotóxicos.

Se teme que el establecimiento de esta avispa suponga un problema añadido para el mantenimiento de esta actividad, y que la producción de miel y cera disminuya. La preocupación se ha trasladado a los apicultores catalanes, debido a que des de la primera detección de la presencia de la avispa en 2012, se ha podido observar también en l’Alt Empordà, Vall d’Aran, La Garrotxa, La Selva y el Ripollès. Además, el pasado 4 de diciembre se localizó por primera vez una colmena, en el Mallol (comarca de la Garrotxa).

Es necesario destacar que no se trata de una especie que ponga en riesgo la salud humana. Los estudios señalan que sus picaduras tienen las mismas consecuencias que otras especies de avispa.

¿Cómo controlar su expansión? 

Se calcula que casi un 30% de las identificaciones realizadas por no expertos en Francia son erróneas, porque las han confundido con otras especies de avispa u otros himenópteros.

En primer lugar es necesario que no se produzcan identificaciones incorrectas, para evitar confusiones sobre el alcance de la invasión. Se han dado casos donde se confundían especies autóctonas con ejemplares de la avispa asiática; aunque Vespa velutina tiene una coloración que la distingue del resto de fauna.

A partir de aquí, el uso de trampas con cebo es generalmente visto cómo el método más eficaz de control, aunque los científicos han avisado que puede conllevar efectos colaterales. Estas trampas de captura en masa, al no ser selectivas, pueden afectar a otras especies que no sean la propia invasora, y sólo se deberían utilizar si se tiene conocimiento de que la avispa asiática ha atacado una colmena cercana.

“El problema es que no existen trampas selectivas. Para que fuesen realmente eficaces deberían tener cebos atractivos para la avispa, pero que fuesen a su vez repelentes para otros insectos, y que perdurasen en el tiempo”, comenta Jordi Bosch, entomólogo del CREAF.

La investigación para el desarrollo de productos que puedan comercializarse está en marcha en centros de investigación franceses, a pesar de las dificultades que existen para encontrar los cebos adecuados.

Otro método de lucha contra la expansión de la población de avispa asiática es a través de la captura de las reinas fundadoras de las colmenas. Pero algunos estudios sugieren que si se lleva a cabo durante la temporada de primavera podría no ser eficaz. Esto se debe a que en esta época del año es cuando la competencia entre ellas es más elevada, haciendo que la mortalidad aumente de manera natural. Es por eso que algunos de los expertos franceses aseguran que no es necesario invertir demasiados esfuerzos en este sentido.

La destrucción de las colonias es la herramienta más eficaz para reducir las poblaciones de la avispa, y poder limitar el impacto que tiene sobre las otras especies. Los investigadores recomiendan hacerlo antes del inicio de la cría de las hembras fundadoras a finales de agosto, durante el anochecer o amanecer, ya que la especie es diurna. La técnica que ha mostrado mejores resultados es la inyección de insecticida mediante tubos telescópicos, y la posterior quema del nido para evitar que las aves se intoxiquen. El mayor problema que presenta es la dificultad de detectar las colmenas a tiempo, porque suelen estar escondidas.

La mayoría de investigadores señalan que es muy difícil conseguir la erradicació una vez se instalan en el territorio. La estructura social de las colonias y la alta eficiencia reproductiva son dos de los factores que han facilitado la invasión y a su vez dificultan el control poblacional.

Por eso es muy importante realizar una labor de prevención antes que la invasión se produzca.

Como la erradicación tan sólo es factible en los primeros estadios de la invasión, las medidas de gestión de la avispa asiática están orientadas a mantener un control poblacional. Entre los métodos de prevención propuestos destacan la colocación de rejas delante de las aberturas de las colmenas de las abejas, y protocolos de seguimiento de las colonias existentes. Estas rejas son mallas el diámetro de la cuales impide que las avispas asiáticas puedan atacar las abejas al entrar o salir de la colmena. Es necesario que las abejas se acostumbren a pasar a través de estas aperturas.