Este año 2020, Cataluña ha tenido un área quemada por incendios extremadamente baja, de las más bajas desde que se tienen registros. A falta de los datos definitivos, se cree que estará alrededor de 135 hectáreas. Por otra parte, los Bomberos de la Generalitat han quemado 64'5 hectáreas de terreno en once quemas prescritas en varios puntos estratégicos de gestión.
Las toneladas de suelo que se pierden en los bosques puede aumentar un 150% los años que coincidan grandes incendios y lluvias torrenciales. El equipo de investigadores del CTFC y del CREAF proponen actuar rápido después de los incendios, antes de que lleguen las lluvias, y hacer una gestión post-incendio adecuada.
Hace unos días, el diario catalán publicaba una entrevista sobre incendios forestales, matemáticas y maternidad hecha a la ambientóloga del CREAF y el CTFC. En ella se presentaba Medfire, una herramienta que ha desarrollado la Dra. Duane durante su tesis para planificar y combatir los futuros incendios de la zona mediterránea.
Los motivos que provocan grandes incendios forestal en el territorio catalán tienen dos vertiente claras, una socioeconómica y otra climática, a parte de la propiamente natural: la vegetación se quema, lo hace desde que se extendió por los continentes al Carbonífero, y lo hace particularmente en las sabanas, el bosque boreal y también al mundo mediterráneo.
El investigador Lluís Brotons y la investigadora Andrea Duane destacan que las condiciones, antes excepcionales, para que se produjeran incendios incontrolables como los de California, Grecia o Portugal, son ahora muy habituales. Es necesario cambiar la estrategia de apagar las llamas hacia la prevención.
El CREAF coordina la red que cuenta con más de 50 entidades europeas adheridas. Los integrantes de NEMOR han elaborado un documento para que la Comisión Europea reconozca las montañas como un espacio único para testar los efectos del cambio climático, luchar contra la despoblación y impulsar nuevos proyectos de economía circular.
En plena temporada de incendios, el ecólogo Francisco Lloret explica qué podemos aprender y cómo adapatarnos a ellos para evitar la catástrofe que suponen los grandes incendios forestales.
Una extensa revisión de estudios y registros de datos indica que la sequía y el aumento de temperatura ya provocan sustituciones de especies, mayor aridez y riesgo de incendio, y menor fertilidad del suelo y disponibilidad de agua, entre otros efectos negativos.
La gravedad del incendio de Portugal, el peor de su historia, y el de Doñana son la cara visible de un cambio climático que está haciendo más vulnerables a los bosques al fuego.
El director e investigador del CREAF, Javier Retana, comenta el trágico incendio de estos días en Portugal y valora la situación de los bosques e incendios españoles en el programa Arriba España de M80 Radio.
El fuego promueve que en muchos ecosistemas haya más variedad de especies animales y vegetales, porque crea una mayor diversidad de ambientes para vivir. Este efecto no es universal y requiere un conocimiento profundo sobre las especies y el régimen de incendios de cada región. Es esencial para planificar estrategias de gestión del combustible, quemas controladas y supresión de incendios en todo el mundo.
El uso del término ‘resiliencia’ se ha extendido. Pero el éxito entraña riesgos. Cuando se trata de conceptos complejos encapsulados en una palabra, el riesgo se traduce en confusión. Vale pues la pena entretener el paso y recapitular.
La Anoia y el Bages sufrieron un grave incendio en julio de 2015, que quemó 1.235 ha. Las zonas de pino carrasco donde previamente se habían realizado aclaradas se están recuperando con más éxito por lo que se refiere a las especies rebrotadoras. La regeneración del pino carrasco es más modesta pero se le puede encontrar por cualquier parte de la zona quemada.
Un estudio conjunto entre el CREAF, el CTFC, el CSIC y la UAB revela que extraer biomasa forestal puede ser una buena fuente de energía renovable al tiempo que permite mejorar las estrategias de prevención de incendios. Todo ello en un contexto donde el cambio climático y de usos del suelo está favoreciendo la expansión de los bosques mediterráneos.
Aitor Améztegui, investigador del CREAF, ha colaborado este diciembre en la revista Principia, una revista de divulgación sobre temas científicos, sociales y culturales, hablando de los incendios forestales que han azotado el norte de España el pasado mes.
El programa del Canal 33 de Televisió de Catalunya "Els dies clau" reconstruyó en el capítulo de ayer aquellos tres días de julio en el que un gran incendio forestal ardía gran parte de la Cataluña Central. El capítulo recoge las experiencias de los bomberos, afectados y científicos, con la participación del investigador del CREAF Josep Maria Espelta (min 7:16), experto en dinámica de bosques e incendios forestales.
Un investigador del CEED (Centro de Excelencia para Decisiones Ambientales) ha sido recientemente galardonado con una de las cinco Becas de Investigación postdoctoral de Victoria (Australia). Por ello, viajará en España para estudiar la amenaza de los incendios a la biodiversidad en el CTFC (Centro Tecnológico Forestal de Cataluña) y el CREAF.
El equipo de la unidad mixta InForest, formado por el CTFC y el CREAF, ha publicado las primeras imágenes con drones de la zona quemada del incendio de Òdena del pasado mes de julio que quemó más de 1.200 hectáreas. InForest es pionero en el uso de los drones para hacer investigación en ecología y conservación. Estos aparatos, según Lluís Brotons, investigador del CSIC en la unidad mixta InForest (CTFC-CREAF) y coordinador del nuevo servicio de drones, tienen un gran potencial y aportan información muy valiosa en estudios de ecología forestal y conservación. Especialmente en zonas quemadas, los drones permitirán estudiar y hacer el seguimiento de la regeneración de la vegetación afectada.
Las primeras consideraciones hechas sobre el terreno indican que la cantidad de semillas que pueden llegar al suelo tras el incendio de Òdena está entre 250.000 y 400.000 piñones por hectárea, incluso en zonas con baja densidad de pinos bastante jóvenes.
El análisis preliminar del incendio de Òdena con los límites provisionales facilitados por los Agentes Rurales indican que el fuego ha afectado sobre todo a pinares de pino carrasco, la mayoría en fase de regeneración.
El modelo matemático desarrollado por el CREAF y el CTFC es capaz de estimar la probabilidad que tiene un paisaje de tener un incendio conducido por el viento, por la forma del terreno o por la cantidad de combustible disponible para el fuego. Esta herramienta puede servir para mejorar la planificación de las estrategias de extinción de los incendios y adaptar las medidas de prevención ante el nuevo escenario de cambio climático.
El investigador del CTFC y del CREAF Lluís Brotons compareció ayer en el Telenotícies Comarques de Tv3 explicando las últimas aplicaciones en investigación con drones. Con estos aparatos teledirigidos los investigadores capturan imágenes aéreas de alta resolución y estudian la evolución de la superficie forestal y evalúan su estado.
El subdirector del CREAF y profesor de ecología de la UAB Joan Pino fue entrevistado en el programa de "Las noticias de la 10" de Barcelona Televisión para explicar la situación actual de los bosques de Cataluña, concretamente en la provinicia de Barcelona.
Presentamos un nuevo documento divulgativo de la serie de publicaciones sobre la gestión del bosque después del fuego. En este caso, el documento habla de la gestión en montes bajos de madroño, y es el resultado de los trabajos realizados por Lidia Quevedo para su tesis doctoral y de un estudio del CREAF y la Diputación de Barcelona.
Ya podéis consultar las grabaciones de las ponencias de la XI Jornada CREAF-SCB-ICHN, celebrada el 11 de noviembre de este año en la sede del IEC, con el título "Qué hemos aprendido de los grandes incendios de 1994".
Muchos científicos expertos en incendios piensan que el fuego es un elemento que desempeña un papel natural en determinados ecosistemas y que, por lo tanto, se le debe dejar actuar durante los incendios forestales. Otros piensan que las técnicas de gestión forestal o las quemes controladas pueden ser una buena herramienta de control frente a los grandes incendios forestales. La revista Nature publica una revisión sobre este tema que firma un equipo internacional con la participación de un investigador del CREAF.
En la XI Jornada del CREAF, la Sociedad Catalana de Biología (SCB) y la Institución Catalana de Historia Natural (ICHN) discutiremos y reflexionaremos abiertamente los puntos de vista de investigadores, técnicos y administraciones que tienen competencias en la prevención, extinción , regeneración de incendios y en la gestión del territorio quemado.
Un estudio reciente del CREAF, el CTFC y la UAB advierte que, si no reducimos con urgencia la continuidad de la vegetación forestal en grandes extensiones del territorio, habrá cada vez más incendios catastróficos. Dejar quemar algunos fuegos espontáneos bajo condiciones controladas podría ayudar a resolver el problema.
El fuego es uno de los factores que más ha modelado el paisaje mediterráneo en el curso de la historia, pero el régimen de incendios ha cambiado en las últimas décadas. Descubre cuáles son las líneas de investigación del CREAF sobre la prevención de los incendios y la gestión de las zonas quemadas.
Tan sólo el 23% de los pinares de pino laricio (Pinus nigra) se han recuperado del incendio del Bages-Berguedà de 1994. Estos pinares están catalogados como Hábitats de interés comunitario prioritario por la Unión Europea. La mayoría de los antiguos pinares han sido substituidos por matorrales o por bosques aún muy jóvenes de especies arbóreas rebrotadoras, como la encina, el quejigo o el roble pubescente.
La dispersión de semillas a través de los animales que comen los frutos (endozoocòria) y el fuego son factores ecológicos cruciales que determinan la germinación y el reclutamiento de muchas especies de plantas. Como interaccionan estos dos factores en los bosques secos neotropicales?
Este libro es fruto de la colaboración de un gran número de científicos que desarrollan su actividad en diferentes centros de investigación, principalmente españoles. Todos ellos han formado parte del equipo amplio y plural de investigadores que ha desarrollado durante cuatro años el proyecto MONTES-Consolider (CSD2008-00040), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
Según CANVIBOSC, el haya y el pino silvestre serán las especies que más sufrirán los impactos del cambio climático, mientras que las encinas y el pino carrasco serán las menos vulnerables
Las experiencias vividas en temas prioritarios como la lluvia ácida, el cambio climático o los incendios, nos demuestran que las áreas mediterráneas, a pesar de responder a las leyes ecológicas universales, presentan características singulares que hay que estudiar a fondo. El doctor en ecología Carlos Gracia hace patente, durante el acto de celebración del vigésimo quinto aniversario del CREAF, que la experiencia acumulada en el centro durante este tiempo es fundamental para conservar y gestionar de forma eficiente el medio natural de la mediterránea, también desde un punto de vista económico .
Un año después de los incendios que quemaron 14.000 hectáreas de bosque en el Alt Empordà, personas afectadas y los investigadores expertos en incendios del CREAF y la UdG hacen una valoración de la regeneración que se ha podido observar en la zona.
Un nuevo modelo de evolución del paisaje, desarrollado por un grupo de investigadores catalanes y canadienses, identifica que la capacidad de extinción de los bomberos es básica para explicar el régimen de incendios en el territorio catalán. El modelo además también muestra que, si las tendencias climáticas actuales continúan, la superficie quemada en los próximos 20 años podría aumentar en más de un 60%.
Varios investigadores del CREAF participan en el próximo curso sobre incendios forestales organizado por el Consorcio Universidad Internacional Menéndez Pelayo Barcelona (CUIMPB) - Centre Ernest Lluch. Concretamnet Jordi Martínez-Vilalta y Jaume Terradas aportarán su conocimiento en tolerancia y resistencia a la sequía y en los escenarios futuros que nos esperan en este ámbito.
Para concienciarnos, para valorar y para aprender, con una actitud constructiva, la Asociación Balmes Blancs ha diseñado un ciclo de charlas-excursiones en el Alt Empordà. Dos domingos y un sábado, tres lugares, tres temáticas bajo un único objetivo, el de llevarse una experiencia y unos conocimientos sobre el fuego, el bosque y la vida.
Los matorrales constituyen uno de los ecosistemas más abundantes de las zonas mediterráneas de todo el mundo y entre las especies que los forman encontramos algunas más inflamables que otras. Así, la proporción de unas u otras aumenta el riesgo de incendio de la región. La mayoría de especies leñosas que los integran tienen la capacidad de regenerarse después de un incendio siguiendo diferentes estrategias: las germinadoras, como las estepas o el romero, germinan tras el incendio, y otras, las no germinadoras como los lentiscos o el aladierno, rebrotan. Investigadores de la UAB han estudiado los arbustos de dos localidades mediterráneas y han demostrado que las especies germinadoras se inflaman más rápidamente, cosa que hay que tener en cuenta para predecir los incendios en un futuro.
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25 de enero 2021
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