Buscar

El cambio climático ya amenaza los ecosistemas mediterráneos de Cataluña

Una extensa revisión de estudios y registros de datos indica que la sequía y el aumento de temperatura ya provocan sustituciones de especies, mayor aridez y riesgo de incendio, y menor fertilidad del suelo y disponibilidad de agua, entre otros efectos negativos.

Matollar_Parc_Natural_del_Garraf
Matorral del Parque Natural del Garraf. Autor: Jorge Franganillo (CC BY 3.0)

Un extenso equipo del CREAF liderado por Josep Peñuelas ha elaborado una investigación que recopila estudios, experimentos y datos obtenidos en el campo durante un largo periodo de tiempo en tres ecosistemas mediterráneos terrestres catalanes. Esta revisión concluye que el cambio climático ya está alterando bosques y matorrales mediterráneos, y que la tendencia se agravará en las próximas décadas. La sustitución de unas especies por otras más resistentes, o incluso de bosques mediterráneos por matorrales, serán las consecuencias más visibles del cambio climático. Conocer mejor la capacidad de las plantas para aclimatarse y adaptarse a las nuevas condiciones, y una gestión forestal efectiva deben ser prioritarias para minimizar sus efectos.

"Los resultados obtenidos en Cataluña se pueden extrapolar a otras zonas, porque son ecosistemas típicos de la cuenca mediterránea".

El cambio climático conlleva ya a estas alturas un aumento de la frecuencia, la intensidad y la duración de las sequías y también un incremento de la temperatura —en Cataluña ha aumentado 1,6 ºC desde 1950—, y esto hará que la zona del Mediterráneo sea cada vez más árida. Los estudios consultados para la revisión incluyen experimentos de campo y series de datos de 20 años o más, de tres tipos de ecosistemas: encinares en Prades; matorrales semiáridos afectados recientemente por el fuego en el Garraf; y bosques templados y húmedos que van desde encinares a hayedos en el Montseny. «Los resultados obtenidos en Cataluña se pueden extrapolar a otras zonas, porque son ecosistemas típicos de la cuenca mediterránea«, explica Josep Peñuelas, investigador del CSIC en el CREAF.

David_Aguadé_(3)
Pino albar muerto por sequía en Prades. Autor: David Aguadé

Los matorrales, más resistentes, pueden sustituir a los encinares mediterráneos

La investigación revela que hay especies menos resistentes al aumento de temperatura y de sequía que otros, y «esto nos hace pensar que en un escenario futuro más árido la composición y distribución de las especies cambiará el Mediterráneo», comenta Peñuelas. Y añade que «es posible que bosques actuales de encinas pasen a ser matorrales en un futuro, más resistentes a estas condiciones». Algo parecido a lo que ocurre en otras zonas de la Península, donde la falta de gestión de los bosques y el cambio climático están acelerando la sustitución de pinos por encinas.

No todos los resultados de la investigación son tan negativos. Se ha visto que en general las especies mediterráneas han mostrado una capacidad rápida de aclimatación y de adaptación a los cambios ambientales naturales o inducidos por los experimentos.

Los resultados también han comprobado que la sequía y el incremento de temperatura provocan que especies bastante resistentes como la encina y el madroño crezcan menos, e incluso presenten picos de mortalidad ante sequías graves. Otro efecto del cambio climático sobre las especies vegetales mediterráneas es la alteración de los periodos de floración, fructificación o dispersión y cantidad de semillas. Además, también se ha constatado que «la sequía hace que muchas plantas liberen más compuestos volátiles, que son inflamables y aumentan el riesgo de incendio«, alerta Joan Llusià, también investigador del CREAF y autor del estudio.

Hay que estar especialmente alerta con los ecosistemas jóvenes que han sufrido perturbaciones recientemente, como fuegos, viento, o sequías graves. Es el caso del macizo del Garraf, que sufrió un gran incendio en 1994. «Son las comunidades jóvenes las más vulnerables al cambio climático», apunta Peñuelas.

Fageda al Montseny. Autor: Albert Torelló (CC BY-SA 2.0)
Hayedo en el Montseny. Autor: Albert Torelló (CC BY-SA 2.0)

Menor disponibilidad de agua y de nutrientes en el suelo

El suelo también es uno de los componentes que más sufrirá los efectos del cambio climático, ya que el ciclo de los nutrientes queda muy alterado. El agua y nutrientes como el fósforo, el nitrógeno, o el potasio estarán menos disponibles en el suelo. «Una ligera reducción en la disponibilidad de agua puede suponer una gran dificultad para los bosques de retener y acumular los nutrientes, que se escapan arrastrados por las fuertes lluvias», explica Jordi Sardans, otro de los autores e investigador del CREAF. También se reducirá la capacidad del suelo y de las especies vegetales para retener el carbono, el cual probablemente retorne a la atmósfera incrementando los niveles de CO2.

La sustitución de unas especies por otras más resistentes, o incluso de bosques mediterráneos por matorrales, serán las consecuencias más visibles del cambio climático.

Sin embargo, no todos los resultados de la investigación son tan negativos. Se ha visto que en general las especies mediterráneas han mostrado una capacidad rápida de aclimatación y de adaptación a los cambios ambientales naturales o inducidos por los experimentos. Las comunidades de plantas han sufrido cambios en sus genes y en la forma que estos se expresan, lo que habría ayudado a que la sequía y el aumento de temperatura les afecten con menor severidad. Esto sumado a una adecuación y mejora de la gestión forestal en las próximas décadas proporciona una brizna de esperanza para la mitigación de los efectos del cambio climático.

 

ARTÍCULO DE REFERÈNCIA

Peñuelas J., et al. (2017). Assessment of the impacts of climate change on Mediterranean terrestrial ecosystems based on data from field experiments and long-term monitored field gradients in Catalonia. Environmental and Experimental Botany. DOI 10.1016/j.envexpbot.2017.05.012

Artículos relacionados

Lago de alta montaña en Andorra. Imagen: Galdric Mossoll
Noticias
CREAF

Arranca una expedición para cartografiar la biodiversidad invisible de los lagos pirenaicos

La región de los Pirineos está experimentando un índice de calentamiento superior a la media mundial, lo que la convierte en un observatorio crítico para los impactos del cambio climático. Un equipo científico ha iniciado esfuerzos conjuntos para cartografiar la biodiversidad de los microorganismos que viven bajo la superficie de 300 lagos diferentes de los Pirineos.

CARDIMED tiene un doble objetivo: demostrar el potencial de las soluciones basadas en la naturaleza (SBNs) para aumentar la resiliencia de los ecosistemas mediterráneos y construir una infraestructura que permita unificar el conocimiento generado y ponerlo a disposición de los actores interesados. Imagen: Dominio público
Noticias
Angela Justamante

Aumentar la resiliencia climática del mediterráneo, la misión del proyecto europeo CARDIMED

En el contexto de cambio climático, el proyecto CARDIMED tiene un doble objetivo: demostrar el potencial de las soluciones basadas en la naturaleza (SBNs) para aumentar la resiliencia de los ecosistemas mediterráneos y construir una infraestructura que permita unificar el conocimiento generado y ponerlo a disposición de los actores interesados.

Noticias
Anna Ramon

¡El agua no es sólo azul! ¿Qué es el agua verde y qué relación tiene con la gestión forestal?

Hoy, que navegamos entre el 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques y el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, nos hemos preguntado qué relación tienen y tendrán las masas forestales con este preciado recurso. ¿Cómo afectarán las sequías en nuestros bosques? ¿Se pueden tomar medidas para mejorar la vitalidad de los árboles? ¿Cortar algunos árboles puede hacer que aumente el agua en nuestros embalses?

Cabras y ovejas pastando por el bosque. Imagen: Josep Maria Saurí
Noticias
Veronica Couto Antelo

Ganadería, bosque y fuego en una jornada en Collbató 

El pasado 15 de febrero, se coordinaró un encuentro para co-diseñar cómo debe ser el modelo de pasto en el bosque para que sea compatible a la vez por el campesinado y la conservación de la naturaleza. Se reunieron a más de 25 personas de todos los sectores implicados: pasto, investigación, gestión de la propiedad y asociaciones forestales.

Hemos cambiado la versión de Wordpress. Si prefieres leer esta noticia en inglés o catalán del 2020 al 2012, ve a la portada del blog, cambia el idioma con el selector del menú superior y busca la noticia en la barra de la lupa.

Date de alta en el Newsletter para recibir todas las novedades del CREAF en tu mail