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La deforestación que sufrió la Isla de Pascua fue gradual y no sólo atribuible a la presión humana

Les figures moais de Rapa Nui. La creença popular deia que l'Illa de Pasqua s'havia deforestat transportant aquests gegants de roca. Autora: Olga Margalef
Les figures moais de Rapa Nui. La creença popular deia que l'Illa de Pasqua s'havia deforestat transportant aquests gegants de roca. Autora: Olga Margalef

Investigadores del ICTJA-CSIC, del CREAF y de la Universidad de Barcelona han extraído varias muestras de sedimentos del fondo de varios lagos con una sonda. Con estos testigos han podido reconstruir los cambios ambientales de los últimos 3.000 años de historia climática, ecológica y cultural de la isla. Los registros de polen que se habían utilizado hasta el momento eran discontinuos y daban la falsa idea de que la deforestación de la isla había sido repentina y provocada exclusivamente por la sobreexplotación humana.

Les figures moais de Rapa Nui. La creença popular deia que l'Illa de Pasqua s'havia deforestat transportant aquests gegants de roca. Autora: Olga Margalef
Las figuras moáis de Rapa Nui. La creencia popular decía que la Isla de Pascua (Chile) se había deforestado con el transporte de estos gigantes de roca. Autora: Olga Margalef

Hasta ahora se pensaba que la deforestación total y repentina de la Isla de Pascua hace un millar de años fue debida a una sobreexplotación de los recursos naturales por parte de los habitantes de la isla y que este hecho provocó el colapso de su civilización ancestral. Ahora, un equipo de científicos formado por investigadores del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA-CSIC), la Universidad de Barcelona (UB) y el CREAF han logrado reconstruir lo ocurrido durante los últimos 3.000 años, gracias al estudio de muestras de sedimentos de los tres grandes lagos y turberas de la isla (antiguos cráteres volcánicos). Estos testigos subterráneos han constatado que la deforestación no fue repentina, sino gradual, y que no pasó en toda la isla al mismo tiempo. La novedad, publicada en la revista Frontiers in Ecology and Evolution, cuestiona las hipótesis tradicionales sobre la historia de la Isla de Pascua.

Los científicos que estudian los cambios ambientales en el pasado extraen muestras de tierra con grandes sondas y analizan los sedimentos acumulados durante años en el fondo de los lagos. Las características de las diferentes capas en profundidad, como el contenido en polen o su composición, explican cómo era el lago antiguamente. A partir de aquí se puede inferir cómo era el paisaje y el clima en el momento en el que se depositaron aquellos sedimentos.

Extracció d'un testimoni de sediments amb una sonda. Autora: Olga Margalef
Extracción de un testimonio de sedimentos con una sonda. Autora: Olga Margalef

Esta es la técnica que han utilizado para llevar a cabo esta investigación y la novedad radica en que se han podido recuperar testigos que preservan los sedimentos de los últimos mil años sin discontinuidades. Son muestras intactas que no tienen agujeros temporales provocados por episodios erosivos por sequías u otras causas. De este modo, han podido reconstruir lo ocurrido durante los últimos 3.000 años sin interrupciones en la línea temporal y constatar que la deforestación no fue repentina, sino gradual, y que no pasó en toda la isla al mismo tiempo.

Los testigos de tierra han revelado que en la isla hubo diferentes episodios de cambios de vegetación relacionados con cambios en la materia orgánica acumulada en el suelo.

Según los testigos en esta época también se produjeron cambios climáticos relevantes, tales como sequías pronunciadas, que podrían haber jugado un papel importante en la deforestación y en la sociedad de la isla. «Esto cuestiona las interpretaciones clásicas de degradación ecológica y cultural únicamente por causas humanas» asegura Valentín Rull, investigador del ICTJA-CSIC y primer autor del estudio, y añade «parece ser que una larga y gradual sucesión de cambios climáticos, ecológicos y culturales interrelacionados habrían conducido a la situación actual».

L'equip d'investigació a la zona de mostreig, a l'Illa de Pasqua (Xile). Autora: Olga Margalef
El equipo de investigación en la zona de muestro, en la Isla de Pascua. Autora: Olga Margalef

Hasta ahora se habían utilizado registros incompletos

Hasta ahora, la hipótesis sobre el colapso ecológico y cultural se basaba en estudios de polen de registros lacustres que presentaban discontinuidades de cientos de años. En estos se apreciaba un cambio radical en el paisaje, una sustitución repentina de bosques de palmeras para praderas de gramíneas, pero no la naturaleza y complejidad de éste. Por tanto, según los científicos del estudio era necesario complementar el análisis polínico con otros indicadores para reconstruir los cambios de precipitación, por ejemplo. En una isla tan pequeña y aislada, a 3000 km del continente, los ecosistemas son muy sensibles a los efectos combinados de la actividad humana, la llegada de nuevas especies y la variabilidad climática.

Panoràmica de l'Illa de Pasqua. Autora: Olga Margalef
Panorámica de la Isla de Pascua. Autora: Olga Margalef

ARTÍCULO

Rull, V., Cañellas-Boltà, N., Margalef, O., Pla-Rabes, S., Sáez, A., and Giralt, S. Three millennia of climatic, ecological and cultural change on Easter Island: an Integrative overview. (2016) Frontiers in Ecology and Evolution, 4, doi: 10.3389 / fevo.2016.00029.

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