Este miércoles se ha presentado en el Institut d’Estudis Catalans de Barcelona el Observatorio del patrimonio natural y la biodiversidad de Cataluña, un ente participativo creado para compartir conocimiento y colaborar para mejorar las políticas de gestión y conservación de la naturaleza, fundamentadas en un conocimiento científico fiable i actualizado. Se trata de una red, impulsada por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, a través del CREAF y del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), que estará integrada por instituciones con una larga experiencia en el ámbito del conocimiento de la naturaleza, como administraciones públicas, centros de investigación, universidades y organizaciones sin ánimo de lucro, y se dirigirá también a la ciudadanía en general.
“Este vínculo entre el conocimiento fiable y las decisiones políticas es cada vez más imprescindible, y por eso la creación del Observatorio ha sido una acción prioritaria de la Estrategia del patrimonio natural y la biodiversidad de Cataluña 2030, aprobada por el Gobierno de la Generalitat de Cataluña en 2018”, ha destacado la secretaria de Acción Climática, Anna Barnadas, durante la jornada de presentación.
Por su parte el director general de Políticas Ambientales y Medio Natural, Marc Vilahur, ha destacado que “hace falta un nuevo enfoque en el conocimiento de la biodiversidad, hace falta un modelo de trabajo que entienda su complejidad y que integre los esfuerzos individuales para conseguir un mayor grado de conocimiento sobre la situación de crisis global por la pérdida de biodiversidad”.
Espacios de encuentro
La interacción entre todas las entidades que forman parte de la red debe permitir que el Observatorio funcione como un espacio de encuentro entre la comunidad científica y las instituciones con responsabilidad política, con el objetivo de reforzar el uso del conocimiento científico en la elaboración de las políticas. Por este motivo, el Observatorio será el ente responsable de mejorar cómo se organiza, se integra, se trata, se difunde y se da acceso a la información sobre el patrimonio natural y la biodiversidad en Cataluña.
El Observatorio trabajará en cuatro grandes ejes temáticos: las distribuciones y poblaciones, los lugares donde están los diferentes especies y hábitats, y su nombre; las tendencias, cómo cambia la abundancia y la distribución de especies y hábitats a lo largo del tiempo; las presiones y sensibilidades, cuáles son los causes de los cambios observados; y las medidas de conservación, o qué se está haciendo para conservar estas especies y hábitats.
Compromisos mundiales
El Observatorio será el responsable de elaborar toda la información que cada seis años se envía a la Comisión Europea para informar sobre la situación de las especies y los hábitats de interés comunitario. También será el encargado de elaborar los informes sobre el estado de la naturaleza en Cataluña, como el del Estado de la naturaleza 2020, que se presentó hace un año y medio. Además, se presenta en un momento clave, coincidiendo con la novena sesión plenaria de la Plataforma intergubernamental en biodiversidad y servicios de los ecosistemas (IPBSES), el panel intergubernamental sobre biodiversidad que inspira esta iniciativa catalana.
«El observatorio nace inspirado en el IPBES, una interficie mundial entre ciencia y política que tiene como objetivo conservar y hacer un uso sostenible de la biodiversidad. Entre sus productos destacan el diagnóstico sobre el estado de la biodiversidad mundial, el apoyo a las nuevas políticas, la detección de vacíos de información y el intercambio de conocimiento para mejorar la toma de decisiones», comenta Lluís Brotons, coordinador del Observatorio. Por este motivo, el mismo Lluís Brotons se ha desplazado a Bonn (Alemania) para asistir como miembro del IPBES y como coordinador de la iniciativa catalana en la sesión que se alargará toda la semana.
La cooperación, el eje central
El Observatorio es un espacio de encuentro y colaboración abierto a todas las entidades que generen conocimiento útil para la toma de decisiones en el ámbito de la naturaleza. Para conseguirlo consta de tres piezas clave: el fórum de participación, un diálogo entre los miembros; la oficina técnica, que coordina la actividad; y los proyectos integrados en el Observatorio, proyectos científicos de diferentes instituciones que colaboran con el Observatorio y elaboran información útil para la toma de decisiones.
El engranaje en la rueda de decisiones
El Observatorio trabajará recogiendo información directa de la naturaleza por múltiples vías, convirtiendo estos datos en conocimiento, elaborando informes que integran resultados e información de diferentes fuentes para hacer diagnósticos sobre el estado de la naturaleza y, en un cuarto nivel, hacer propuestas concreta de mejoras para la toma de decisiones.
Cataluña pierde biodiversidad
Fruto de esta estrecha colaboración entre entidades, al final de 2020 ya se pudo crear el primer producto del Observatorio: el informe sobre el Estado de la Naturaleza en Cataluña 2020. Este informe permitió estimar que, de media, las poblacioens de animales de Cataluña se habían reducido un 25% durante las últimas dos décadas, que los bosques se están expandiendo de manera poco ordenada por el territorio o que tenemos muy poco conocimiento sobre el medio marino de nuestras costas. «En ese momento, el Observatorio estaba en una fase muy preliminar, pero elaborar este informe ya nos hizo ver todo el potencial que tiene la cooperación entre instituciones, que nos permitía no solo poner orden a lo que ya conocíamos, sino también detectar donde están los vacíos de conocimiento que hay que rellenar», señala Sergi Herrando, coordinador científico del Observatorio.
Detectives de mamíferos
Para rellenar estos vacíos, el Observatorio ha impulsado también su primer proyecto de investigación integrado desde un inicio en el marco del Observatorio: el primer Atlas de mamíferos de Cataluña, un proyecto de tres años que pretende conocer cómo están actualmente las poblaciones de mamíferos en Cataluña.
Entre julio y septiembre en la zona de los Pirineos, y entre mayo y julio en el resto del país, más de un centenar de personas voluntarias estarán recogiendo datos sobre los mamíferos que viven en el territorio catalán. Para recoger los datos de manera sistemática se ha dividido el mapa de Cataluña en cuadrantes de 10 kilómetros de lado, y cada persona voluntaria lleva a cabo cinco tipos de muestreos diferentes para detectar a los animales en el cuadrante del cual es responsable. «Sin la participación ciudadana, sería imposible asumir el coste de muestrear exhaustivamente el país» –explica María Mas, coordinadora del Atlas de mamíferos–, y más todavía por el hecho de que hace falta muestrear bosques, riberas y espacios abiertos, colocar cámaras de trampeo fotográfico, tubos de recogida de pelos y aparatos para detectar los ultrasonidos de los murciélagos y hacer un muestreo nocturno y tres diurnos a cada cuadrante.”
La respuesta a este primer llamamiento del Observatorio ha sido espectacular, hasta el punto de que muchas personas han tenido que quedarse este primer año fuera del proyecto. «Esperamos que el año que viene podamos asumir un volumen más grande de voluntariado y ampliar la capacidad de llegar a todo el país», confía Mas. Este año participan en la recogida de datos más de un centenar de personas voluntarias.
