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Un equipo de investigación internacional describe el fósil más antiguo de ardilla voladora

El Institut Català de Paleontologia (ICP) descubre más de 80 huesos del esqueleto de una ardilla voladora en Hostalets de Pierola. El CREAF ha colaborado en la reconstrucción de su historia y del parentesco con las ardillas gigantes actuales gracias a los análisis filogenéticos y del ADN.

El investigador del 'ICP Isaac Casanovas (izquierda) y del CREAF Joan Garcia-Porta (derecha) observando un craneo fósil.
El investigador del ‘ICP Isaac Casanovas (izquierda) y del CREAF Joan Garcia-Porta (derecha) observando un craneo fósil.

Hace millones de años el vertedero de Can Mata, en Hostalets de Pierola (Barcelona), era un bosque frondoso, cerrado, con un clima subtropical húmedo y algunas masas de agua permanentes. Prueba son la gran cantidad de restos fósiles de plantas y animales arborícolas que se han encontrado, como el famoso hominoideo Pau (Pierolapithecus catalaunicus). El último hallazgo de gran interés para la comunidad científica, que también refleja este paisaje, es el fósil de una ardilla voladora que saltaba hasta 150 m de árbol en árbol. Los estudios de un equipo internacional de investigadores e investigadoras, entre los que se encuentra Joan Garcia-Porta del CREAF, han determinado que se trata de un Miopetaurista neogrivensis y que es el fósil más antiguo encontrado hasta ahora para esta especie (11,6 millones de años). Además, gracias al elevado número de huesos recuperados y a la técnica de la tomografía axial computarizada (TAC), se ha podido hacer un modelo tridimensional del cuerpo del animal.

«Para conocer la historia evolutiva de la ardilla deberíamos haber extraído ADN del fósil, pero debemos tener en cuenta que tiene 11 millones de años y esto lo hace imposible. En su lugar, hemos utilizado una técnica que combina y compara los datos anatómicos y genéticos de las ardillas actuales con las extintas, conocida como total evidence analysis» explica Garcia-Porta. Los resultados han permitido estimar que hace entre 31 y 25 millones de años las ardillas comunes, que eran arborícolas pero no planeaban, se separaron de las ardillas voladoras, más adaptadas a los bosques densos. Los datos también han permitido saber que Miopetaurista neogrivensis pesaba entre 1,1 y 1,6 kg, que tenía un tamaño relativamente grande (similar a la de las ardillas gigantes actuales) y que forma parte del género Petaurista, que se extiende por el sur-este asiático. Incluso, algunos huesos del esqueleto recuperado son prácticamente iguales que los de estas ardillas actuales.

Reconstrucción de la ardilla encontrada, Miopetaurista neogrivensis. Autor: Óscar Sanisidro.
Reconstrucción de la ardilla encontrada, Miopetaurista neogrivensis. Autor: Óscar Sanisidro.

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